miércoles, 6 de junio de 2018

MANZANAS SON DE TÁNTALO Y NO ROSAS



Esto dice Góngora en un famoso soneto:

MANZANAS SON DE TÁNTALO Y NO ROSAS


Tántalo es un semidiós hijo de Zeus y de loceánide Pluto (las oceánides eran ninfas del océano).  Fue el rey de Frigia  en Lidia, Asia Menor. Tántalo cometió los tres grandes pecados de la mitología griega: ofender a un huésped, hacer daño a un niño y desafiar a los dioses.
Su peor crimen fue cuando invitó a los dioses a su palacio. En el banquete, la comida empezó a escasear: ofreció a su hijo Pélope, lo descuartizó y lo sirvió a sus invitados. Los dioses, que ya lo sabían, evitaron tocar la ofrenda. Zeus mandó reconstruir el cuerpo y las Moiras le dieron la vida de nuevo.Un último crimen colmó la paciencia de los dioses,  Pandáreo robó el mastín de oro, que le había hecho Cronos a Rea para que cuidara del recién nacido Zeus, y se lo dio a Tántalo para que lo ocultara. Cuando Zeus se enteró aplastó a Tántalo con una roca que pendía del monte Sípilo y arruinó su reino.
Tras morir, Tántalo fue condenado a una eterna tortura en el Tártaro, donde estaba en un lago con el agua por la barbilla y bajo un árbol frutal, atormentado por el hambre y por la sed intentaba sorber el agua o coger una fruta, pero se retiraban de su alcance.  Además sobre él había una enorme roca oscilante que amenaza con aplastarle.
En el poema de Gógora, el autor compara el amor con el castigo de Tántalo, según él, el amor es algo que está al alcance de tu mano, pero cuando te acercas a él, se aleja de ti, al igual que las manzanas en el mito.


LAURA ÁLAMOS 


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