LANZAROTE Y GINEBRA

Esta historia de amor comienza cuando el rey Arturo manda a uno de sus hombres de confianza, Lanzarote, también conocido como Lancelot, que trajese a una bella dama llamada Ginebra hasta Camelot para que esta se casase con él.

En el viaje de vuelta, una serie de sucesos hicieron que Lancelot y Ginebra se enamorasen el uno del otro. Cuando llegaron a Camelot, el rey Arturo se casó con Ginebra convirtiéndola a esta así en su reina.
Tras un tiempo, los mayores enemigos de Lancelot avisaron al rey Arturo del adulterio que había cometido su mujer con este; al enterarse el rey decidió condenar a muerte a su amada mediante un decreto.

Lancelot no podía dejar morir a Ginebra, así que en una lucha mató a dos de los hijos del conde Lot. Esto originó una batalla entre el rey Arturo y sus caballeros y Lancelot, la cual se saldó con el rey Arturo y todos sus secuaces muertos.

Pasado un  tiempo, Ginebra, que estaba encerrada en la torre de Londres,  recibió una carta con la noticia de la victoria de Lancelot; abandonó Londres y partió hacia Amesbury, donde  se dispuso a vivir una vida anónima entre la población de manera religiosa.

Por su parte Lancelot, ejerciendo de ermitaño, recibió la noticia por parte de un ángel de que la reina había muerto, así que se dispuso a enterrarla junto con el rey Arturo en un féretro en la ciudad de Amesbury.

ANSELMO GORDO MURILLO